Reconocer la Necesidad de la Seguridad de los Objetos Punzantes en la Cirugía

febrero 21, 2017

Por: Adeline Yi, Directora de Productos de Anzen

En las últimas décadas, el sector sanitario ha avanzado en la mejora de las condiciones de seguridad de los trabajadores en los centros quirúrgicos. Uno de estos avances fue la Ley de Seguridad y Prevención de Pinchazos (NSPA) de 2001, que se creó para reducir la aparición de lesiones por objetos punzantes y la consiguiente exposición a patógenos transmitidos por la sangre. Este esfuerzo legislativo ha conducido a la aplicación obligatoria de procedimientos de seguridad, a la formación de los trabajadores en materia de prevención de lesiones por instrumental cortopunzante y a la exigencia a los empresarios de que identifiquen, evalúen y apliquen dispositivos médicos más seguros.

A pesar de los esfuerzos realizados tras la promulgación de la NSPA, sigue habiendo una media de 1.000 lesiones diarias en el sector sanitario.1 Y, aunque las lesiones por objetos punzantes en entornos no quirúrgicos han disminuido en un 31,6%, las lesiones por objetos punzantes en entornos quirúrgicos han aumentado en un 6,5%.2

Aumento de las lesiones en el entorno quirúrgico
El aumento de las lesiones por objetos punzantes en los entornos quirúrgicos es preocupante, sobre todo porque en una misma intervención hay un gran número de personal: cirujanos, residentes, enfermeras y tecnólogos quirúrgicos. Aunque se utilizan diversos instrumentos durante cada procedimiento, uno de los dispositivos punzantes más utilizados es el bisturí. De hecho, se calcula que cada año se utilizan más de 75 millones de hojas de bisturí.3

El uso frecuente de bisturíes aumenta el riesgo que corre el personal quirúrgico. Los informes estiman que hasta el 17% de las lesiones por objetos punzantes están causadas por bisturíes.4 De hecho, un estudio reveló que por cada 100.000 bisturíes utilizados, se produjeron 662 incidencias de lesiones, mientras que sólo se produjeron 3,2 lesiones con jeringas y agujas.5 Este riesgo se debe en parte a la lenta adopción de los bisturíes de seguridad. En 2010, se estimaba que el uso de bisturíes de seguridad en Estados Unidos era inferior al 10%.6 Esta cifra es asombrosa, teniendo en cuenta que la NSPA -que exige específicamente que los empleadores del sector sanitario identifiquen, evalúen y apliquen dispositivos médicos más seguros, incluidos los bisturíes- se promulgó hace casi una década.

Aunque la implantación del bisturí de seguridad no se ha generalizado en los entornos quirúrgicos, algunos centros han adoptado la práctica de seguridad de la zona de «manos libres» o «sin paso» en cirugía. Esta técnica ha tenido un impacto positivo y ha ayudado en la lucha para disminuir los incidentes, sin embargo, las cifras indican claramente que los procesos actuales no son suficientes para frenar la ola de ocurrencias y proteger adecuadamente a los trabajadores de la salud de la exposición ocupacional a los patógenos transmitidos por la sangre que pueden resultar de una lesión por objetos punzantes. Aunque los CDC estiman que entre el 62 y el 88 por ciento de las lesiones por objetos punzantes pueden evitarse mediante el uso de dispositivos médicos más seguros7 , sólo ha habido una tasa de conversión del 5 al 15 por ciento de los bisturíes convencionales a los de seguridad.8

Recientemente, la revista Outpatient Surgery Magazine realizó una encuesta a los lectores para determinar la frecuencia con la que se utilizaban los bisturíes de seguridad en sus centros. La encuesta reveló que el 52% de los encuestados afirmó que los bisturíes de seguridad no se utilizaban nunca o rara vez en sus instalaciones y el 60% dijo que ninguno o pocos de los bisturíes almacenados estaban equipados con seguridad.9 El artículo destacaba que, aunque la concienciación es amplia, la aplicación no lo es. Esto se debe a que no existe una política que haga obligatorios los bisturíes de seguridad en las instalaciones.

Con la curiosidad de saber por qué la adopción ha sido lenta, hicimos participar a los usuarios finales y a las personas influyentes en una serie de encuestas para comprender mejor las tendencias, actitudes y mejores prácticas que afectan a la seguridad, el rendimiento y la adopción del bisturí. Nuestro equipo realizó recientemente esta investigación en la reunión anual de la Asociación de Centros de Cirugía Ambulatoria (ASCA) en Dallas, Texas, en mayo de 2016, y en el Congreso Clínico del Colegio Americano de Cirujanos (ACS) en Washington, DC, en octubre de 2016. La encuesta, que se distribuyó a más de 200 participantes entre las dos conferencias, reveló:

  • La mayoría de los cirujanos están interesados en utilizar un bisturí de seguridad
  • La mayoría de los centros sanitarios no ofrecen actualmente bisturíes de seguridad como opción
  • La sensación mayoritaria es que los centros son generalmente lentos en la adopción de nuevas tecnologías o que han buscado y no han tenido éxito en encontrar un bisturí de seguridad aceptable para reemplazar sus opciones titulares

Puede obtener más información sobre los resultados de nuestra encuesta de la ASCA aquí y de la encuesta de la AEC aquí.

La necesidad es ahora
Mientras los centros se esfuerzan por encontrar sustitutos adecuados para los bisturíes convencionales, el personal sigue sufriendo lesiones como consecuencia de ello. Estas lesiones tienen un coste, tanto monetario como administrativo. El siguiente post, «Comprender las consecuencias de la lesión», de la serie, destacará las consecuencias y el coste que tienen las lesiones por objetos punzantes en el lugar de trabajo.

 


1https://www.cdc.gov/sharpssafety/pdf/sharpsworkbook_2008.pdf
2https://www.cdc.gov/niosh/stopsticks/sharpsinjuries.html
3%20safety%
4%20safety%
5http://www.journalofhospitalinfection.com/article/0195-6701(92)90005-7/abstract
6https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20347743
7https://www.osha.gov/SLTC/bloodbornepathogens/evaluation.html
8http://www.hpnonline.com/sharp-points/
9https://www.outpatientsurgery.net/surgical-facility-administration/personal-safety/where-do-you-stand-with-safety-scalpels–05-13&pg=2